Manifestación estudiantil, Paris 15 de abril de 1976

En torno al año 1975, se ve como van apareciendo algunos grupos de estudiantes de instituto con todas las características de la Autonomía. Al contrario de los Collectifs Etudiants, estos grupos son muy informales y tienen más bien la apariencia de bandas juveniles.
Así es por ejemplo en lo que respecta a un grupito de estudiantes de instituto de Fontenay-sous-Bois, en el Val-de-Marne. Estos estudiantes no tienen más de 14 años en 1975-1976: no tienen ninguna adscripción política pero son ya autónomos sin saberlo. Stéphane era uno de ellos: «había un poco de todo: chicas, chicos, nuestras actividades de aquella época consistían en gran parte en destrozar todo lo que tuviese que ver con campañas electorales, pintar con spray un poco por todos lados en las paredes del CES o del liceo de al lado. Las primeras pintadas que hemos hecho, eran pintadas situacionistas: “No digas más ‘Buenos días señor profesor’, di ‘¡Revienta puto cerdo!’”. 



Pintábamos también muchas cosas sobre la vida: recuerdo un enorme ‘Orgasmo’ que habíamos pintado en el hall de entrada del CES, o cuando había visitas: había la visita de un inspector de enseñanza por una inauguración, hicimos un montón de pintadas con insultos para toda la administración de Educación, contra el rector, contra el director del CES...». Estos estudiantes van a participar en la huelga del inicio del curso de 1975 tras la aprobación de la ley Haby por medio de la que se creaba el distrito único. Esta ley era percibida como una vuelta atrás de 1968.
Mientras pasan al instituto en 1976, Stéphane y sus amigos prosiguen con sus actividades: «Fue una época muy bonita porque la vida en el instituto parecía una huelga casi indefinida: no ha habido un solo año durante el instituto en el que no haya habido una huelga que no hubiese durado menos de dos tercios del curso. A veces éramos diez sin ir a clase y siempre hemos aguantado. Nunca nos han jodido porque la relación de fuerzas era bien diferente. Teníamos un punto de reunión supercurrado: llevábamos un periódico, hacíamos carteles, íbamos de instituto en instituto... En cuanto expulsaban a alguien en el barrio de al lado, íbamos a ver lo que pasaba y volvíamos con los demás alumnos: ‘¡Es una vergüenza, tenemos que ponernos ya mismo en huelga!’. En definitiva, todas las ocasiones eran buenas para no ir a clase, para discutir, para liarla parda, ¡vamos! En el instituto teníamos fuerza porque ya éramos unos cuantos y que había otros grupos. Teníamos fuerza por nuestra relación con algunos profesores que nunca pasaban lista porque lo que hacíamos era de su agrado. Teníamos fuerza también porque teníamos relación con los conserjes que nos apoyaban y nos respaldaban con todos los castigos que nos ponían por faltar a clase. Teníamos fuerza en relación a todo el personal del instituto: incluso los tipos que trabajaban en el comedor, hicimos huelga por ellos durante tres semanas porque se quejaban de sus condiciones de trabajo. ¡Habíamos dicho que no estaban bien pagados y hemos hecho huelga por ellos!».
Por la misma época se constituye en París, en la primavera de 1976, el primer Collectif Etudiant Autonome (CEA), con ocasión de una huelga nacional contra una reforma de secundaria. Esta huelga estudiantil es en ese momento la más larga desde 1968: empieza a principios de marzo, y dura tres meses más, hasta finales de mayo. El 18 de enero, la nueva secretaria de Estado para las Universidades, Alice Saunier-Seïté, publica un convenio que crea nuevas filiales en secundaria. Esta reforma es enseguida interpretada por los estudiantes como un intento de profesionalizar la universidad y de ampliar los criterios de selección. Es en ese contexto que los estudiantes de varias universidades de París van a juntarse dentro del Collectif Etudiant Autonome. El CEA reúne a unos cincuenta estudiantes de las universidades de Tolbiac, Jussieu, Nanterre, Vincennes, Dauphiné y Saint-Charles. La mayoría de ellos, una treintena, son los de Tolbiac. Según Patrick, que formaba parte del CEA de Tolbiac, el Collectif Etudiant Autonome estaba sobre todo compuesto por estudiantes de historia, de derecho y de filosofía. La mitad de los estudiantes del CEA de Tolbiac son miembros de Camarades: es este núcleo duro el que da origen al CEA y que participa al mismo tiempo junto a otro colectivo: «L’Ecole en lutte». Su líder, Yann Moulier-Boutang, está matriculado en sociología en la universidad de Jussieu.
En Tolbiac, desde el mes de enero de 1976, la UNEF (entonces dirigida por la Union des Etudiants Communistes) convoca Assemblées Générales para debatir la reforma de la enseñanza secundaria. Cuando empieza la huelga en marzo con el impulso de grupos de extrema- izquierda, la UNEF intenta durante la primera semana oponerse. Para muchos estudiantes, la reforma de secundaria es solo una excusa: se trata sobre todo de hacer huelga para no trabajar. Algunos estudiantes que no se ven representados por los grupos de extrema izquierda comienzan entonces de forma progresiva a organizarse de manera autónoma. Esta experiencia viene narrada en el número 2 de Camarades bajo la forma de una discusión entre los miembros de la CEA de Tolbiac. Estos estudiantes cuentan cómo ha nacido el CEA: «Llegó un momento en el que nos hemos hartado de las peleas entre las organizaciones y su bloqueo. El foso se ha agrandado en el momento en que nuestro discurso ha comenzado a elaborarse, cuando hemos coincidido con compañeros de Nanterre que habían sacado un panfleto donde proponían otro tipo de análisis y otros objetivos, en ese mismo momento hemos empezado a funcionar. Desde el principio era una anti-organización porque el discurso de las organizaciones nos resultaba hueco. A partir del momento que dispusimos de un análisis, el foso se hizo más grande. Hemos empezado a aparecer como una alternativa. Hemos podido imponer un debate, aunque solo fuese porque representábamos una nueva vía. Incluso antes de ir a Nanterre, había un núcleo que se cristalizó en Tolbiac. En efecto, percibíamos el desfase que existía entre los que estaban en la tribuna y el resto de los estudiantes. La primera cosa que hemos pedido han sido debates de fondo, mientras que en la AG predominaban los ataques entre la Ligue38, el UNEF y el AJS39».
Entre las primeras iniciativas del CEA, el sabotaje de los micros en los anfiteatros y la creación de «Radio Tolbiac en lutte». En el inicio del curso de 1976, el CEA empieza a organizar autoréductions en los comedores universitarios: en repetidas ocasiones, los estudiantes ocupan los restaurantes y sirven la comida gratis.

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